La revolución de la moda circular: estrategias, innovaciones y olas legislativas que transforman la industria

Actualmente existen varias buenas prácticas bajo la denominación de "moda circular", pero es necesario aplicarlas a gran escala para limitar los inmensos daños causados por la sobreproducción actual. Cuando se habla de moda circular, este concepto se refiere a un sistema cerrado en el que los recursos no se desechan tras su uso, sino que se reintegran en el ciclo de vida. Por ejemplo, la circularidad en la moda se produce cuando alargamos la vida de la ropa y los accesorios reparándolos, revendiéndolos o transformándolos mediante procesos de upcycling.

Reciclar las fibras que componen la ropa también es una buena práctica en la perspectiva circular, pero para que sea realmente eficiente, esta opción debe considerarse en la fase de diseño del producto. Lo mismo ocurre con los accesorios de cuero, donde se generan 2 millones de kilogramos de residuos peligrosos de cuero al año debido a la industria del calzado.

 

Qué es la moda circular

Puede que el concepto de moda circular no sea inmediatamente obvio, pero si utilizamos una referencia visual, sería un círculo por oposición a una línea recta. La circularidad es un sistema que funciona en un ciclo cerrado, a diferencia de un sistema unidireccional o lineal. El sistema lineal, al que estamos más acostumbrados, implica extraer recursos de la tierra, convertirlos en productos, utilizarlos y luego desecharlos. Este enfoque trata los recursos como infinitos; una vez desechados, su valor se pierde por completo. La economía circular propone que, en lugar de desechar algo cuando hemos terminado de usarlo, lo reintegremos en el sistema, ya sea por completo o de manera que sus materiales se reutilicen de alguna forma. Un sistema así es regenerativo y reparador: aplicar los principios del sistema circular en todas las industrias no sólo podría reducir la contaminación, sino también crear valor. Pero, ¿qué significa circularidad en la industria de la moda? Crear circularidad en la moda implica crear un sistema que funcione en un ciclo cerrado, reutilizando los recursos en lugar de desecharlos tras su uso o introducir otros nuevos en el circuito.

 

Ventajas de la moda circular

Con más de 100.000 millones de prendas de vestir producidas cada año y un consumo que aumentará un 63% de aquí a 2030, mantener el actual ritmo de crecimiento de la industria de la moda triplicaría el consumo actual de los recursos ya sobreutilizados en el planeta: recordemos que el Día del Sobregiro de la Tierra, el día en que agotamos los recursos del año en curso, tuvo lugar el 2 de agosto de 2023 en todo el mundo. La industria europea del calzado, la que más cuero consume, produce más de 1.000 millones de pares de zapatos al año, de los que el 70% tienen la parte superior de cuero. Se calcula que este proceso genera 100.000 toneladas de residuos de cuero, la mayoría de los cuales se desechan en vertederos o se incineran.

En la industria de la moda, sólo se recicla el 13% de los productos textiles, ya que la ropa suele desecharse. La mayoría entra en el mercado de segunda mano, pero menos del 1% se recicla en ropa nueva; el resto se convierte en residuos textiles, lo que representa una pérdida de más de 100.000 millones de dólares en materiales cada año. En la actualidad, existen básicamente dos formas de enfocar la circularidad: por un lado, mantener la ropa y los productos textiles en uso el mayor tiempo posible; por otro, reciclar la ropa para obtener nuevas fibras.

La primera opción incluye las actividades que pretenden prolongar la vida de los productos, como la venta o la reparación, y las que, a partir de productos existentes, crean algo que antes no existía, es decir, el upcycling. La segunda opción incluye todos los procesos que permiten obtener nuevas fibras a partir de las existentes mediante procesos de reciclado.

Para que un proceso sea realmente circular y reduzca su impacto ambiental, es importante que las piezas cambien de manos sin desperdicio adicional de recursos, o que este desperdicio sea mínimo, como en el caso de los envíos de reventa.

 

Reparación

Reparar artículos, incluidos zapatos y bolsos, es sin duda uno de los métodos más respetuosos con el medio ambiente para alargar la vida de los productos, pero no siempre es tan sencillo. Por supuesto, está el mantenimiento de la ropa que todos podemos adoptar, cuidándola en los lavados domésticos e interviniendo en los productos cuando están desgastados o dañados, pero a menudo las reparaciones necesarias superan lo que podemos hacer solos. En el caso de los bolsos y accesorios de cuero, se aplican medidas de hidratación, limpieza y buenas prácticas para mantenerlos en buen estado durante más tiempo y, en ciertos casos, las reparaciones deben ser realizadas por profesionales que sepan cómo hacerlas correctamente. Afortunadamente, muchas marcas tienen iniciativas relacionadas con la reparación, especialmente en el sector outdoor, un mundo en el que el rendimiento de los productos está directamente relacionado con su estado operativo. Por ejemplo, The North Face tiene un departamento dedicado a la reparación desde 1971 y hace poco lanzó el programa TNF Renewed, una iniciativa que renueva los artículos de los consumidores que ya no usan a cambio de un descuento. Patagonia llevó la reparación a todo el mundo con el Worn Wear Tour, yendo a zonas montañosas y ofreciendo reparaciones de piezas de outdoor, mientras que, desde el pasado noviembre, la marca californiana ha abierto estaciones de reparación fija en sus propias tiendas. Ownever crea bolsas reparables, donde los componentes son desmontables y más fácilmente reparables, yendo más allá y reparando bolsas de otras marcas que lo necesiten.

 

Reventa

Un reflejo de la sociedad consumista en la que estamos inmersos es que inevitablemente acabamos comprando más de lo que necesitamos: esto ocurre con todo, incluida la ropa y los accesorios, que a menudo acaban usándose muy poco. En este escenario, entra en juego la importancia de prácticas como la reventa de artículos sin usar. Una práctica que hoy es exponencialmente más fácil que antaño y, sobre todo, mucho más extendida gracias a la proliferación de apps de reventa de segunda mano. Para 2026, se espera que el volumen de negocio del mercado de segunda mano alcance los 82.000 millones de dólares, con un crecimiento del 275% respecto a los volúmenes anteriores a la pandemia. Este importante aumento se justifica en parte por la tecnología, que ha hecho más inmediata la compraventa de ropa y accesorios de segunda mano, pero también por un cambio en la perspectiva del consumidor, impulsado por factores económicos y una creciente concienciación sobre cuestiones medioambientales, que compra y, sobre todo, vende a través de mercados online.

 

Upcycling y transformación creativa 

Otro excelente enfoque de la circularidad para reintegrar ropa y accesorios usados es el upcycling. Este proceso creativo busca crear valor a partir de lo que normalmente se consideraría un residuo. Transformar retales de tela de unos pantalones o un abrigo en algo nuevo es un ejemplo de este proceso. El resultado puede ser similar al producto original, como en el caso de unos vaqueros hechos a partir de otros vaqueros, o una transformación funcional completa, dando lugar a algo completamente diferente. El upcycling representa una forma innovadora y creativa de reutilizar materiales.

 

Reciclaje de textil y cuero

Los desafíos del reciclado de fibras textiles son una tarea compleja. El propio proceso de reciclado consume energía, y la diversa composición de la ropa hace que el proceso sea aún más complejo. Idealmente, la solución serían los productos monomateriales, pero la investigación avanza en este campo. Empresas como Osomtex utilizan tecnología para reciclar residuos textiles y convertirlos en nuevos hilos, mientras que Evrnu convierte materiales textiles en nuevas fibras con su proceso químico patentado que permite un reciclado repetido. Sin embargo, los textiles mixtos, hechos de fibras diferentes, son difíciles de reciclar debido a sus composiciones químicas y a sus distintos puntos de fusión. Aunque los avances tecnológicos pueden permitir el reciclado en el futuro, actualmente es preferible elegir textiles puros que sean más fácilmente reciclables. La contaminación, como las manchas de grasa, y la presencia de moho son desafíos importantes para el reciclado de textiles. Los textiles ornamentados, con lentejuelas o abalorios, no suelen ser reciclables debido a la complejidad de su composición y al elevado coste de su retirada manual. Estos adornos pueden fabricarse con materiales no reciclables.

 

Economía circular más allá de los materiales

La aplicación de la circularidad no se limita únicamente a los materiales. Los procesos industriales pueden generar valor adicional convirtiendo subproductos en energía o identificando productos desechables que puedan ser utilizados por otras industrias. El aprovechamiento del vapor de ciertos procesos para generar energía y la reutilización de aguas residuales y productos químicos son prácticas muy prometedoras en este contexto. Empresas innovadoras, como Reda 1865, productora de hilo de lana, recogen y suministran a la industria farmacéutica lanolina, una grasa protectora que se encuentra en la lana y es un subproducto de los procesos de lavado de la lana cruda.

Por ejemplo, los residuos sólidos generados por la industria de transformación del cuero plantean un desafío importante. En las tenerías, los recortes, que son el principal residuo sólido de una tenería, se someten a un proceso para generar biogás. Este proceso consiste en licuar biológicamente los recortes por completo. Los recortes licuados resultantes se tratan en reactores anaeróbicos, y este proceso de transformación produce biogás, una fuente de energía renovable y sostenible que ayuda a reducir el uso de combustibles fósiles y, en consecuencia, a disminuir las emisiones de CO2.

 

Revolucionarios cambios legislativos se ciernen sobre la industria de la ropa y el calzado

En 2020, la Comisión Europea lanzó un Plan de Acción de Economía Circular con el objetivo de convertir los productos sostenibles en la norma en la UE, apoyar el objetivo de neutralidad de carbono de la UE para 2050 y promover el crecimiento sostenible. La Comisión Europea destacó el sector textil, junto con otros cuatro, como uno de los de mayor impacto ambiental y menor sostenibilidad.

En la práctica, esto significa que la Comisión Europea aplicará una serie de normativas que afectarán a la forma en que esta industria concibe, produce, comercializa y desecha sus productos. Algunas de estas normativas se aplicarán en los próximos años, y su impacto puede ser muy significativo, algo sin precedentes. Estos cambios legislativos de la UE alterarán la forma en que se diseñan los productos. La normativa de la Iniciativa de Productos Sostenibles está casi en vigor.

Este reglamento, considerado la madre de todas las normativas sobre sostenibilidad, impondrá requisitos sobre cómo se diseña un producto, desde niveles mínimos de calidad hasta el contenido mínimo de material reciclado. Tendrá un impacto directo en lo que son y serán los productos. Además de integrarse plenamente en el ámbito de la sostenibilidad, la otra transformación clave para la ropa, el calzado y los bolsos será la digitalización. Esto incluye la creación de un gemelo digital para todos los artículos comercializados en la UE, el Pasaporte Digital de Productos, que acelerará el flujo de información entre las distintas partes interesadas, desde los fabricantes y los consumidores de marcas hasta los gobiernos.

Por último, esto cambiará nuestra forma de pensar sobre el final de la vida útil de los productos. Para 2025, todos los residuos de Europa deberán recogerse y separarse. Para hacer frente a estos residuos y convertirlos en recursos, se está debatiendo un conjunto de normativas, y muchos países están desarrollando sistemas de RPE para aumentar la responsabilidad de las marcas y los minoristas sobre los productos que ponen en el mercado, apoyar la implantación de nuevas infraestructuras de clasificación y reciclaje y acelerar la transición hacia un modelo de negocio más circular.

Todas estas normativas tendrán un impacto dramático en las operaciones a lo largo de toda la cadena de valor de la confección, el calzado y los accesorios, proporcionando los medios para llevar a cabo realmente una transformación eficiente.

 

Integración de la moda circular en el diseño y el futuro sostenible

La circularidad en la industria de la moda no es una utopía, sino que requiere una integración global, que suele comenzar en la fase de diseño. Pensar en la ropa, los accesorios y las colecciones con un enfoque circular, tanto en términos de materiales como de uso, es crucial para satisfacer la demanda, especialmente en Europa. La Estrategia Europea para Textiles Sostenibles y Circulares hace hincapié en anticipar el destino de los productos al final de su vida útil. La aplicación de estas directrices de aquí a 2030 requerirá una importante colaboración entre la industria y los gobiernos, inversiones sustanciales, innovación a gran escala, transparencia y trazabilidad para lograr una moda verdaderamente sostenible.

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